En nuestra sociedad actual, determinadas personas encuentran obstáculos para participar plenamente en la vida social, viéndose privadas de una o varias opciones consideradas fundamentales para el desarrollo humano.

La Fundación Europea (1995) define la Exclusión Social como el “proceso mediante el cual los individuos o los grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven” . Es un concepto multidimensional, y hace referencia a aspectos económicos, sociales y personales o psicológicos.

La exclusión social genera a nuestro juicio las principales situaciones de desigualdad y discriminación en relación con el mercado de trabajo en nuestra Comunidad, y es en este sector de población donde concentran sus actuaciones las Empresas de Inserción.

En las estadísticas, persiste un paro estructural que requiere de políticas activas de empleo imaginativas. Nos referimos a unos perfiles de personas paradas que tienen una problemática personal especial, que requieren medidas adicionales a las puramente formativas. Se trata de las personas que sufren exclusión social.